Ayer, martes 19 de septiembre, tuvo lugar, bajo los auspicios de la presidencia española del Consejo de la UE, en la Representación Permanente de España en la UE, en Bruselas, la 4ª Mesa Redonda sobre Identidad Digital Europea, con el título “Implementación de un espacio europeo de confianza”, que ha reunido a un grupo de representantes del Consejo, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, los Estados miembros, así como proveedores y usuarios. El encuentro fue clausurado por el embajador representante permanente de España ante la UE, Marcos Alonso Alonso.
La Mesa Redonda de Identidad Digital Europea (EDIR, en sus siglas en inglés) fue lanzada en 2020 por European Signature Dialog (ESD) , una plataforma de los principales proveedores europeos de firmas electrónicas, y Bundesdruckerei, la empresa de seguridad informática del gobierno federal alemán. Este evento tiene como objetivo un diálogo abierto sobre iniciativas, experiencias y mejores prácticas existentes con el fin de apoyar a las instituciones europeas y los Estados miembros de la UE en sus esfuerzos por crear un esquema de identidad digital en toda la UE .
A través de conferencias de representantes de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y el Consejo, así como debates abiertos entre proveedores y usuarios de identidades digitales y formuladores de políticas, la mesa redonda abordó el nuevo Reglamento eIDAS y los principales desafíos para la aplicación de eIDAS 2.0 y el papel de las leyes de implementación, estándares, certificación, etc.
Por parte española acudió Ángel Luis Martín Bautista, subdirector adjunto de Planificación y Gobernanza de la Administración Digital de la SGAD, que resumió los objetivos del consorcio Digital Credentials for Europe (DC4EU) , proyecto coordinado por España. Asimismo se presentaron, dentro de esta mesa redonda, los avances del proyecto POTENCIAL , que aplica la billetera EUDI a 6 casos de uso.
Esta 4ª Mesa Redonda destacó en relación con las negociaciones en torno al texto del nuevo reglamento eIDAS2 la buena sintonía entre el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, coincidiendo las tres instituciones en que no se trata de la simple evolución de un reglamento, sino de "un reglamento revolucionario", en palabras del embajador representante permanente de España ante la UE. También se puso en valor el intenso trabajo que se viene desarrollando en las múltiples reuniones técnicas con el fin de acordar el texto final de un expediente extraordinariamente complejo.