El informe hace hincapié en que la IA puede mejorar las interacciones entre los ciudadanos y el gobierno, impulsar las capacidades analíticas y aumentar la eficiencia en áreas clave como la atención sanitaria, la movilidad, el gobierno electrónico y la educación. Estos sectores se identifican como los más preparados para el despliegue de la IA a gran escala, con aplicaciones que van desde vehículos autónomos y sistemas de tráfico inteligentes hasta soluciones sanitarias impulsadas por la IA y tecnologías educativas.
Sin embargo, el estudio también describe varios desafíos que dificultan la adopción de la IA en el sector público. Entre ellos se encuentran los complejos procesos de contratación pública, las dificultades en la gestión de datos, la falta de claridad normativa y la preocupación por el sesgo en la toma de decisiones de la IA.
En respuesta, el informe ofrece una serie de recomendaciones políticas destinadas a acelerar la adopción de la IA. Estos incluyen aumentar la financiación y los recursos para la IA en los servicios públicos, garantizar la transparencia y la rendición de cuentas en los sistemas de IA, promover el intercambio transfronterizo de datos y alinear las expectativas de la industria y el sector público.
Se aconseja a la Comisión Europea que cree un marco regulatorio claro para la IA, priorice la implementación a largo plazo y fomente soluciones de IA confiables y centradas en el ser humano. Al abordar estos retos, la UE pretende posicionarse como líder mundial en el desarrollo de tecnologías de IA fiables y sostenibles para el sector público.
Puede acceder al estudio y al resumen ejecutivo para informarse más sobre los hallazgos.
Nota: El estudio se elaboró antes de la adopción de la Ley de IA y su entrada en vigor el 1 de agosto de 2024.