La Estrategia europea de datos persigue la creación de un mercado único donde los datos fluyan entre países y sectores. En este sentido, el sector público atesora gran cantidad de datos de valor para la ciudadanía. Muchos de ellos se ofrecen en abierto a través de distintas plataformas de datos abiertos. Sin embargo, existen datos sobre los que aplican derechos de terceros que limitan su apertura. Estos datos también pueden ser de gran interés para fines de investigación científica.
La existencia de numerosos registros administrativos y bases de datos públicas, así como la evolución de las tecnologías que permiten su manejo, han propiciado la disponibilidad de grandes cantidades de información en todos los ámbitos susceptible de ser utilizada en beneficio de la sociedad, aumentando la demanda de su acceso por parte de los investigadores.
En este sentido, el pasado 3 de junio, se publicó en el Boletín Oficial de la Unión Europea la Ley de Gobernanza de datos , que busca incentivar el intercambio de datos en la UE , impulsando la llamada Economía del Dato. Entre otras cuestiones, la nueva ley contempla la necesidad de desarrollar mecanismos que faciliten la reutilización de este tipo de datos, sobre los que aplican derechos de terceros, con todas las garantías legales.
Uno de estos mecanismos son las llamadas Safe Reading Rooms o Salas Seguras, mencionadas durante la evaluación de impacto previa a la aprobación de la Ley.
¿Qué son las Salas Seguras?
Las Salas Seguras se conciben como punto de contacto único de apoyo a los investigadores para la reutilización de determinadas categorías de datos protegidas en poder del sector público. Permiten un tratamiento controlado de los datos, preservando la privacidad u otros derechos vinculados a los datos.
En Europa existen distintas iniciativas de este tipo como son el CASD (Centre d’Accès Sécurisé aux Données) y el Health Data Hub de Francia o el Laboratorio de investigación de Microdatos de Portugal. También en España contamos con varias organizaciones que ya han puesto a disposición de los investigadores Safe Reading Rooms. Veamos 3 ejemplos.
El Banco de España facilita el acceso a microdatos de alta calidad , garantizado su confidencialidad a través de Salas Seguras. Algunos de los datos que ofrece son los microdatos de empresas individuales de entidades Fintech o de la Encuesta de Competencias Financieras.
Los usuarios pueden acceder a la información tanto in situ (en Madrid y Barcelona) como en remoto, según el grado de sensibilidad de la información objeto de estudio. Los puestos del laboratorio in situ, que se encuentran aislados sin acceso a internet, cuentan con Stata, R, Python y Octave para el tratamiento de los datos.
Para acceder, los investigadores deben enviar su currículum vitae y un formulario de solicitud explicando el propósito de la investigación. Esta solicitud es valorada por un Comité de Evaluación Técnica de Investigación. En caso de aceptarse, se fijan una serie de reglas y restricciones (horario, acceso sin dispositivo móvil, etc.).
Para garantizar el buen uso de los microdatos, BELab elabora y suministra la documentación metodológica. Además, técnicos expertos revisan los trabajos para avalar el cumplimiento de las correspondientes cláusulas de confidencialidad.
Una vez finalizado el trabajo, el investigador está obligado a mencionar la fuente de los datos y enviar una copia del estudio realizado. También se compromete a no realizar ninguna tentativa de reidentificación de las personas físicas o jurídicas ligadas a los datos objeto de estudio.
Los investigadores y académicos interesados en bases de datos y microdatos de la Seguridad Social tienen a su disposición tres Salas Seguras en Madrid, Barcelona y Albacete, a las que solo puede acceder personal autorizado, sin dispositivos electrónicos. Estas salas cuentan con herramientas tales como SAS, STATA, R, Python y Microsoft Office. También se permite el acceso remoto a través de dispositivos seguros (llamados “dispositivos bastionados”) que se distribuyen entre los investigadores.
Algunos de los datos a los que se puede acceder son las Muestra Continua de Vidas Laborales, la Afiliación mensual o los ERTEs por COVID-19, entre otros.
Al igual que en el caso del Banco de España, el interesado tendrá que enviar una solicitud a través del correo electrónico solicitudes.sala-investigacion@seg-social.es . Un Comité de Expertos evaluará la solicitud. En caso de que se apruebe, se prepararán los datos necesarios, cuyo acceso se permitirá a través de una carpeta personal privada.
El Comité de Expertos también evaluará el resultado de la investigación, para garantizar el cumplimiento normativo. Si todo está correcto, el estudio se publicará en el Portal del Dato de la Seguridad Social.
El Instituto Nacional de Estadística es uno de los principales publicadores de datos abiertos de nuestro país, pero también atesora datos sensibles de valor que deben ser tratados con las correspondientes medidas de confidencialidad. Para el acceso a esta finformación con fines de investigación científica se sigue el protocolo previsto en el Reglamento (Ce) No 223/2009 relativo a la estadística europea y en el Código de Buenas Prácticas de las Estadísticas Europeas .
Este servicio está dirigido a investigadores que trabajen o colaboren en entidades de investigación reconocidas . El proceso es similar a los casos anteriores. Hay que enviar una solicitud que será evaluada por el INE. Esta solicitud debe de ser lo más detallada posible, indicando las variables a consultar, el nivel geográfico-temporal y la justificación de la necesidad de esta información. Algunos de estos datos podrán incurrir en costes, según lo fijado en el Boletín Oficial del Estado .