"Noticia disponible únicamente con fines históricos y de hemeroteca. La información y enlaces mostrados se corresponden con los que estaban operativos a la fecha de su publicación. No se garantiza que continúen activos actualmente".
El Reglamento General de Protección de Datos , en 2016 ya reconocía que si las personas físicas tienen un mayor control de sus propios datos personales se producirá una mejora de la confianza que contribuirá al impacto positivo en el desarrollo de la economía digital. La propuesta de Ley europea de Datos de la Comisión Europea de 2022 pone incluso un mayor énfasis desde los propios objetivos y afirma que “la escasa confianza impide sacar pleno provecho del potencial de la innovación basada en los datos”.
Entre las conclusiones de la Encuesta Mundial sobre Regulación de Datos , que publicó el Banco Mundial en 2021, se destaca la necesidad de reforzar los marcos normativos en el mundo para generar una mayor confianza de los ciudadanos. Esto contribuiría a una mayor eficacia de las iniciativas gubernamentales que utilizan datos y que tienen, en muchos casos, el objetivo de generar valor para la sociedad. Como ejemplo cita el efecto limitado que tuvieron las aplicaciones de rastreo de contactos en todo el mundo durante la pandemia por COVID-19, en gran medida debido a la falta de confianza de la ciudadanía en el potencial uso de los datos aportados.
Si realmente consideramos que la confianza en los datos es tan decisiva para crear valor para la sociedad y la economía, debemos prestar mucha atención, tanto a los mecanismos de los que disponemos para mejorar esa confiabilidad, como a las estrategias para construir y mantener esa confianza, más allá de los propios marcos normativos.
Calidad y transparencia
La confianza en los datos comienza con la calidad y la transparencia. Cuando los usuarios comprenden cómo se recopilan, procesan y mantienen los datos, es más probable que confíen en ellos para utilizarlos, e incluso estén más dispuestos a contribuir con sus propios datos.
Un mecanismo fundamental para garantizar la calidad y la transparencia es la implementación de estándares rigurosos, como las especificaciones UNE de Gobierno del dato UNE 0077:2023, Gestión del dato UNE 0078:2023, y Gestión de la calidad del dato UNE 0079:2023 en cada etapa del ciclo de vida de los datos. Por una parte, se consigue reforzar la calidad mediante el despliegue de prácticas robustas de validación y verificación que garantizan la precisión y la integridad de los datos, y por otra, se mejora la transparencia con, por ejemplo, metadatos descriptivos que proporcionen información detallada sobre los datos, incluyendo su origen, metodología de recopilación y cualquier transformación a la que hayan sido sometidos.
Espacios Europeos de Datos
Los Espacios Europeos de Datos son una ambiciosa iniciativa de la Unión Europea destinada a fomentar la confianza y facilitar el intercambio y la utilización de datos entre países y sectores en un entorno seguro y regulado. La idea central detrás de los Espacios Europeos de Datos es la de crear entornos en los que la disponibilidad, la accesibilidad y la interoperabilidad de los datos se maximicen, mientras que los riesgos asociados con el manejo de datos se minimicen. Inicialmente la Estrategia Europea de datos previó 10 espacios de datos en áreas estratégicas como la salud, la energía o la administración pública. Desde entonces este número ha crecido y se han lanzado otros espacios de datos en importantes áreas como los medios de comunicación y el patrimonio cultural, o en sectores estratégicos para España como el turismo.
Para apostar por el liderazgo en espacios de datos en sectores estratégicos para España, el gobierno impulsa el Hub español de Gaia-X , integrado por empresas de todos los tamaños, y dirigido a desplegar un ecosistema sólido en el ámbito de la compartición de datos industriales.
Mejora de la ciberseguridad
El creciente número de incidentes de ciberseguridad que llegan a las cabeceras de los medios de comunicación, algunos de los cuales han llegado a paralizar empresas privadas y organismos públicos, ha convertido la ciberseguridad en una preocupación primordial para los usuarios y las organizaciones en la era digital.
Una robusta ciberseguridad implica que las organizaciones desplieguen tecnologías avanzadas y prácticas adecuadas para proteger los sistemas y los datos de accesos no autorizados y manipulaciones malintencionadas a través de medidas como firewalls, encriptación , autenticación de dos factores, y monitorización y detección de amenazas en tiempo real. Sin embargo, la mejora de la educación y la conciencia sobre ciberseguridad de los usuarios también son vitales para ayudarles a reconocer y evitar amenazas potenciales.
Identidad digital europea
La Identidad Digital Europea se está desarrollando en el marco de la Unión Europea con el objetivo de proporcionar a los ciudadanos y empresas una forma segura y unificada de acceder a servicios, públicos y privados, en línea o fuera de línea, en toda la UE. La idea es que, con una identidad digital europea, las personas podrían identificarse o confirmar datos en servicios como la banca, la educación o la salud, entre otros, de manera segura y sin fricciones, proporcionando un alto nivel de seguridad y protección de la privacidad.
De este modo, se profundiza en el marco de confianza creado por el Reglamento eIDAS sobre identificación electrónica y servicios de confianza para las transacciones electrónicas en el mercado interior, que ya contribuye notablemente a aumentar la confianza de los consumidores phishing o mejorando la confianza en el origen de los documentos.
Construir una cultura de confianza y responsabilidad en el manejo de datos y en las infraestructuras digitales, está en el foco de las acciones de los gobiernos de la UE, incluyendo a España. En este contexto, la intersección entre la calidad y la transparencia de los datos, una ciberseguridad robusta que reduzca la ciberdelincuencia, los Espacios Europeos de Datos, y la identidad digital europea destacan como mecanismos fundamentales para cultivar esta confianza y proponen una ruta hacia una mayor innovación que en última instancia genere valor social y económico a través de los datos.
Fuente original de la noticia
-
Información y datos del sector público