No hay duda de que los datos son un activo fundamental para las empresas. Procesados de manera adecuada, generan grandes ventajas competitivas, tanto en la toma de decisiones como en la generación de nuevos productos y servicios, habilitando tecnologías como la Inteligencia Artificial. Esta situación ha hecho que muchas organizaciones se muestren recelosas a la hora de compartir sus datos. Sin embargo, la situación está cambiando y cada vez más empresas y entidades son conscientes de las ventajas que esta práctica supone.
El intercambio de datos impulsa la eficiencia en las cadenas de suministro, favoreciendo un desarrollo de productos más rápido e innovador. Al compartir sus datos, las organizaciones también se benefician del acceso a datos de terceros, que pueden ser de gran utilidad en diversos campos: desde el entrenamiento de sistemas de machine learning, hasta el enriquecimiento de analíticas internas. Además, el hecho de que varias empresas trabajen en el mismo campo, generando avances, hace que el mercado madure antes, abriendo nuevas oportunidades de negocio, así como reduciendo el tiempo y los costes de comercialización de los productos. A ello hay que sumar también beneficios a nivel de transparencia y reputación.
Para que este intercambio de datos se realice de una manera segura es necesario contar con entornos seguros y controlados, como los espacios de datos.
Los espacios de datos europeos, claves para impulsar la economía del dato
Los espacios de datos son un elemento fundamental de la Estrategia europea de datos , que, entre otras cuestiones, busca impulsar la economía de la región a través de la creación de un mercado único europeo de datos, donde estos fluyen entre los diferentes Estados Miembros y entre sectores de actividad, de acuerdo a los valores europeos de autodeterminación, privacidad, transparencia, seguridad y competencia leal.
En dicha estrategia, la Comisión Europea ya anunció su interés en invertir y desarrollar espacios de datos comunes en sectores económicos estratégicos y de interés público, destacando los relacionados con la fabricación, la energía sostenible, la movilidad, la salud, el ámbito financiero, la energía, el sector agrario, las administraciones públicas y las cualificaciones. Una vez desarrollados, se espera interconectar estos espacios, de tal forma que los datos disponibles en ellos se puedan explotar de manera cruzada.
La creación de estos espacios de datos busca superar las barreras legales y técnicas ligadas a la compartición de datos, mediante normas, herramientas e infraestructuras comunes en un contexto de soberanía digital. Según la estrategia europea de datos, el desarrollo de los espacios de datos europeos se debe realizar teniendo en cuenta los siguientes elementos:
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El despliegue de herramientas y servicios para el tratamiento, intercambio y compartición de datos, así como la federación de capacidades en la nube, seguras y eficientes desde el punto de vista energético, y de sus servicios relacionados. Estas herramientas deberán permitir el acceso a los datos de forma justa, transparente proporcional y no discriminatoria.
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El desarrollo de estructuras claras y fiables de gobernanza de los datos, en conformidad con la legislación de la UE, prestando especial atención a la protección de los datos personales, del consumidor y del derecho de la competencia.
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La mejora de la disponibilidad, la calidad y la interoperabilidad de los datos, tanto en ámbitos específicos como entre sectores.
En este sentido, la Comisión Europea avala distintas medidas e iniciativas para el desarrollo de infraestructuras digitales, seguras y sostenibles. Entre ellas destacan Gaia-X , que busca el desarrollo de una infraestructura de datos abierta, federada e interoperable en la nube, y la International Data Spaces Association (IDSA), probablemente parte sustancial de Gaia-X, que promueve un modelo arquitectónico de referencia para el desarrollo de espacios de datos.
En la siguiente imagen puedes ver estas y otras iniciativas europeas a diferentes niveles relacionadas con espacios de datos. En la parte izquierda y central se muestran algunas de las principales iniciativas de datos europeas, y cómo éstas se sustentan sobre infraestructuras hardware. La parte derecha muestra el alineamiento existente con las iniciativas de la UE más importantes dentro de la Estrategia Europea del Dato.
España está alineada con Europa en esta materia: entre los ejes del Plan España Digital 2025 se encuentra la transición hacia una economía del dato. Actualmente se está trabajando para promover el entorno propicio para la creación de espacios de datos sectoriales, a través de las distintas iniciativas en materia de datos incluidas dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia . Un ejemplo es el Hub español de Gaia-X , dirigido a desplegar un ecosistema sólido en el ámbito de la compartición de datos industriales, integrado por empresas de todos los tamaños. Con este tipo de acciones se busca crear una comunidad en torno al dato que favorezca la innovación y el crecimiento económico, con el consiguiente beneficio para la sociedad.
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