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Cómo impulsar el intercambio de datos entre empresas y administración pública (B2G)

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23 abril 2019

Se ha publicado el informe Analytical Report 12: Business-to-Government Data Sharing, del European Data Portal, cuyo objetivo es fomentar el suministro de datos del sector privado a organismos públicos en condiciones preferenciales para su reutilización.

“El intercambio de datos es un facilitador clave del crecimiento, el empleo y la competitividad para Europa, así como para el Mercado Único Digital previsto por la Unión Europea. (..) Reutilizar datos puede ahorrar costes, tiempo y vidas”. Así comienza el nuevo informe del European Data Portal (EDP),  Analytical Report 12: Business-to-Government Data Sharing(Abre en nueva ventana) , cuyo objetivo es fomentar el suministro de datos del sector privado a organismos públicos (Business to government en inglés o B2G) en condiciones preferenciales para su reutilización.

El informe analiza los beneficios y retos de este tipo de intercambios, profundizando en los  modelos existentes y las consideraciones legales y prácticas a tener en cuenta, para acabar ofreciendo una serie de recomendaciones.

La importancia del Intercambio de datos entre empresas y administración pública

El intercambio de datos puede beneficiar igualmente al sector público, como reutilizador, y al privado, como publicador.

En el caso del sector público, los datos abiertos pueden ayudar a mejorar la toma de decisiones y la elaboración de políticas, ayudar a optimizar los servicios públicos y aumentar la eficiencia tanto en los procesos administrativos internos como en la prestación de servicios al público. De acuerdo con datos del EDP,  los países miembro de la Unión Europea podrán ahorrar en 2020 unos 1.700 millones de euros gracias a los datos abiertos(Abre en nueva ventana) .

Todos estos beneficios se pueden ver incrementados si las administraciones también tienen acceso a datos privados. Por ejemplo, la información sobre los patrones de comportamiento de los ciudadanos (tráfico, compras, enfermedades) puede servir para comprender, evaluar y predecir las necesidades de la población.

Por su parte, las empresas privadas también se pueden beneficiar de la apertura de sus datos:

  • Mejora de la reputación. El intercambio de datos con organismos públicos se puede considerar como una acción de responsabilidad social corporativa, que puede reforzar los vínculos con la comunidad y mejorar su reputación.

  • Mejora de la percepción de la marca como empleador. Asociar una marca con una imagen positiva (la de una empresa abierta y transparente que comparte la información) puede impulsar la atracción y retención de talento

  • Mejora del conocimiento de la empresa. El hecho de que terceras personas trabajen y analicen datos de una empresa puede ayudar a resolver preguntas que no encontraron respuesta internamente.

  • Mayor reciprocidad. Los datos pueden ayudar a mejorar servicios de los que luego se beneficie la empresa. Como ejemplo, los datos abiertos de Uber pueden ayudar a una mejor gestión del tráfico por parte de los organismos públicos, lo que en última instancia beneficia a la compañía.

A pesar de estos beneficios, los datos privados no siempre pueden abrirse, debido a cuestiones estratégicas o de confidencialidad.  Sin embargo, existen  distintas fórmulas(Abre en nueva ventana)  que  permiten su intercambio. Pero antes de abordar estas fórmulas, muchas empresas necesitan hacer frente a una serie de retos.

Barreras para el intercambio de datos entre empresas y administración pública

Para poder compartir sus datos, las empresas tienen que superar los retos organizacionales, técnicos y legales.

  • Retos organizacionales: Antes de poner en marcha una iniciativa de este tipo una empresa necesita recopilar, validar y preparar su base de datos, y para ello necesitará nuevos recursos (de acuerdo con el informe, solo el 35% de las empresas europeas ha implementado procesos para capturar, gestionar y validar la información).  Estos costes son fáciles de medir, mientras que los beneficios no siempre se pueden calcular de una manera sencilla. A ello hay que sumar las posibles implicaciones éticas, la falta de liderazgo, y la posible reacción de los clientes, que no siempre están de acuerdo con que se compartan sus datos.

  • Retos técnicos: Los proveedores de datos tendrán que garantizar una serie de procesos básicos, como la recopilación y selección de los datos. Asimismo, es necesario abordar aspectos como la precisión y la integridad de los datos, evitando duplicaciones. Y no hay que olvidar los procesos de anonimización, seudoanonimización o agregación para garantizar la privacidad de la información personal.

  • Retos legales: La ausencia de un marco legal específico y la falta de casos de referencia, documentación sobre buenas prácticas o escenarios estándar dificulta la puesta en marcha de estas iniciativas. Por ello es necesario apoyarse en las diferentes regulaciones legales tanto nacionales como internacionales que podrían afectar al proceso de intercambio de datos, como los derechos de propiedad intelectual, los derechos de protección de datos o las leyes de competencia, así como establecer un modelo de gobernanza y buscar el apoyo de un experto legal.

Recomendaciones para un intercambio de datos con éxito

En definitiva, el intercambio de datos B2G debe ser legalmente compatible, técnicamente viable, socialmente aceptable, financiera y comercialmente viable y tiene que mitigar el riesgo de manera efectiva. Solo así podrá alcanzar el éxito y sostenible ser sostenible en el tiempo.

Para conseguir cumplir con todos estos requisitos, el EDP finaliza su informe con una serie de recomendaciones:

  1. Formar un equipo con expertos de renombre. Asociarse con investigadores, asociaciones o centros de estudio de prestigio ayuda a tener un mayor conocimiento del área, así como a beneficiarse de su buena reputación.

  2. Involucrar a los clientes. Aunque el proceso de intercambio de datos se lleve a cabo con todas las garantías legales, los clientes pueden no estar de acuerdo. Por ello es recomendable informarles, permitiéndoles participar en el proceso, a través de asociaciones cívicas u ofreciéndoles servicios adicionales.

  3. Establecer un código de conducta. Es necesario definir reglas, valores y principios, teniendo en cuenta las condiciones éticas y legales.

  4. Configurar un marco de intercambio de datos. Este marco debe incluir un modelo financiero, mecanismos de formación, servicios de soporte, procesos de descripción de metadatos, etc.

  5. Especificar acuerdos contractuales. Ante la falta de un marco legal específico, es necesario firmar un contrato entre el proveedor de datos y el usuario, donde queden claras las responsabilidades de cada parte.

  6. Aprovechar el potencial de nuevas tecnologías. Como por ejemplo, blockchain.

Está claro que no se trata de un proceso sencillo. No obstante, puede verse como una oportunidad. En el contexto económico actual, las empresas necesitan gestionar adecuadamente sus datos, por lo que antes o después tendrán que hacer frente a los retos organizacionales y técnicos anteriormente descritos si no quieren perder ventajas competitivas. Si además, se aprovecha la ocasión para establecer mecanismos de intercambio de datos con organismos públicos, el beneficio puede ser doble.

Fuente original de la noticia(Abre en nueva ventana)

  • Cooperación interadministrativa